viernes, 26 de diciembre de 2008
lunes, 22 de diciembre de 2008
QUE MALA SUERTE
Hoy hemos viajado a Puerto Natales y ma;ana pasearemos por las Torres del Paine, que al menos es una satisfacci'on. Esperemos que la suerte nos sonria a partir de ma;ana.
domingo, 21 de diciembre de 2008
OTRO DÍA MÁS
Aquí seguimos, y la situación cada vez es más tensa. Ayer lo pasamos en el aeropuerto, bastante cómico, por cierto, todos disfrazados con las botas de expedición y las plumas, pero no fue suficiente y tuvimos que volver por donde habíamos venido. En Punta Arenas ya nos conocen por todos lasdos, sobre todo en cafés y restaurantes, creo que como esto continue no nos va a quedar más remedio que hacer una guía de Punta Arenas.
También en el poco tiempo seguido del que disponemos entre llamadas de teléfono estamos haciendo turismo. Los museos, las pinguineras y café tras café.
viernes, 19 de diciembre de 2008
¡¡¡ VAMONOS YA !!!
martes, 16 de diciembre de 2008
A LA ESPERA
sábado, 13 de diciembre de 2008
COMIENZA LA ULTIMA AVENTURA
Por otro lado, ya estoy aquí con mi querido amigo “Castas” y vaya si voy a aprender del comercio del pescado, barco para acá, barco para allá. Da gusto ver como tus amigos de pandilla se mueven y viven en el “culo del mundo”. Quien nos iba a decir en nuestras correrías adolescentes que algún día quedaríamos para tomar algo, no en Aranda en su Palace, si no en la otra punta del mundo y como si nada. Tener que venir hasta aquí para vernos tiene mandanga, pero a ambos nos hace mucha ilusión.
Bueno, ya os iré contando pero en principio, si el tiempo lo permite el 15 a la noche o el 16 a la mañana partimos rumbo al último destino de esta alucinante aventura.
lunes, 1 de diciembre de 2008
MUCHO MÁS QUE UNA BONITA MONTAÑA
Antes de partir, estaba convencido de que este viaje consistiría en una agradable excursión por la selva, con uno o dos días duros para hacer la cumbre. Pero al final, debido a todas las circunstancias que hemos tenido, ha sido una expedición muy dura e incierta en todo momento.
La única forma de hacer esta cumbre es contratando los servicios de una de las agencias autorizadas. Ello es necesario tanto para obtener el permiso obligatorio para escalar la montaña, como para organizar la complicada logística que requiere esta expedición. Existen básicamente dos agencias oficiales, y la que cogimos nos explicó que saldríamos caminando de Sugapa, pueblecito situado ya en medio de la selva, y haríamos unas cuatro o cinco etapas asequibles para llegar al campo base, para luego tener dos o tres días para descansar y atacar la cumbre, y otros cuatro de vuelta.
Pero unos problemas en el vuelo en avioneta de Timika a Sugapa, dificultades administrativas con las autoridades locales, y otros temas de los cuales no tendríamos conocimiento hasta más adelante, nos retrasó el programa un día y medio. Fue por eso que, al final, fuimos por una nueva ruta que nos propusieron y que, en teoría, nos debía ahorrar un día hasta el campo base, y así recuperar el tiempo perdido. Y fue aquí donde empezó nuestra particular odisea.
La nueva ruta resultó ser un infierno en medio de la selva virgen de Papua. De los cuatro o cinco días que deberíamos haber estado hasta el campo base, estuvimos siete. Y de estos siete, sólo los dos últimos eran asequibles. Los otros cinco eran complicadísimos. Se trataba de andar por el medio de la jungla, por unos teóricos senderos que ni se veían, esquivando una vegetación muy espesa, un suelo absolutamente embarrado, zonas completamente impracticables por los troncos y raíces del bosque, poquísimas áreas despejadas que resultaban estar llenas de enormes charcos inesquivables dónde era imposible salirse con las botas secas, etc.… En algunos momentos sólo podíamos avanzar gracias a que algunos de los porteadores locales que iban delante, abrían paso con sus ‘machetes’. A pesar de estar caminando entre siete y nueve horas diarias, no avanzábamos más de diez o doce quilómetros. A todo ello añadidle una media de tres lluvias intensas durante las horas de marcha, y una lluvia casi constante cada día a partir de las 15h00; momento en que intentábamos ya tener las tiendas montadas, a riesgo de que todo nos acabase de quedar empapado y ya no nos quitásemos la humedad en toda la noche. Los campamentos eran muy precarios, pues costaba mucho encontrar un lugar libre de vegetación que no fuesen zonas encharcadas; y era casi imposible de colocar la tienda en alguna parte dónde no hubiese humedad o barro, o raíces que molestasen, o un suelo irregular y/o inclinado.
La gran sorpresa nos la llevamos el tercer día, cuando el guía de la agencia que nos acompañaba nos dijo que no tenía ni idea de dónde estábamos. Ni el guía titular ni ningún representante de la agencia había comprobado nunca si aquella ruta era realmente factible o no, ni la duración que tenía. Igualmente nos enteramos en aquel momento de que los porteadores locales que nos guiaban, sabían que existía aquel camino, pero sólo habían hecho recientemente la primera parte, y por el resto hacía muchos años que no pasaba nadie. Pero a estos porteadores les interesaba mucho convencer a nuestro guía de ir por allí, pues así los contrataban a ellos, que eran de la tribu ‘Moni’, y no a los de la tribu ‘Dani’ que estaban instalados por dónde pasaba la ruta normal. Así pues, que ya nos ves a nosotros casi perdidos en medio de la jungla, todo el día empapados, cansados de tanto caminar y esquivar obstáculos de todo tipo sin casi avanzar, y con la incertidumbre ya no sólo de no tener claro si podríamos hacer o no la cumbre, sino de estar seriamente preocupados de cómo saldríamos de allí.
Por suerte el quinto día encontramos el camino que subía de la ruta normal, y ya estuvimos seguros de que en dos días más llegaríamos al campo base.
Una vez en el campo base, teóricamente debíamos hacer una jornada de descanso para intentar cumbre al día siguiente. Pero de esta forma sólo nos quedábamos con una oportunidad de escalar la montaña, pues después ya teníamos que volver al haber agotado todos los días de margen. Por ello, del grupo de seis montañeros que éramos, tres sí que prefirieron descansar un día y jugárselo todo a un intento, y los otros tres preferimos ir hacia cumbre esa misma noche. Salimos a las 4,30 de la madrugada de un día sorprendentemente despejado. Por mi parte, aunque la ruta está equipada con cuerdas fijas en los tramos más complicados, decidí hacerla en “libre integral”, sin utilizar ningún tipo de aseguramiento puesto que la complicación máxima era un 6ª y la roca de una caliza de adherencia casi perfecta. En una escalada perfecta y en menos de tres horas y media, el italiano Giuseppe Pompilli y yo llegábamos a la cima en un día prácticamente despejado. Tras una hora en la cumbre y dos más de bajada, y ya con la lluvia encima nos plantábamos en el campo base.
Para el día siguiente, nos esperaba lo mejor. Amanece un día perfecto y soleado para intentar alguna actividad extra y rentabilizar el material que tanto nos ha costado llevar hasta allí. Junto al italiano decidimos tentar una ruta directa a la montaña frente al campo base, concluyendo con una bonita apertura a la que damos el nombre de “AMAKANÉ AMIGO” (que en MONI significa “Hola amigo” 350m 6b de dificultad máxima para llegar a la cumbre de 4750m (nadie a día de hoy nos ha podido aclarar el nombre de esta montaña) . Concluimos la actividad con una travesía integral del glaciar para descender por todo el valle hasta el CB, para ese momento ya granizando.
Para el día siguiente, estaba prevista la vuelta, pero yo no podía irme de allí sin intentar una preciosa montaña piramidal que preside el CB , la Midle Peak de unos 4500m. Decido madrugar e intentarlo solo, puesto que nadie me quiere acompañar. En menos de dos horas estoy en su cumbre, en un solo integral con dos pasitos de V grado.
La vuelta fue por la ruta normal, como puede parecer lógico. Pero había algún momento en que dudábamos, pues el guía nos dijo que podíamos tener problemas con los de la tribu ‘Dani’, de dónde pasaba el camino, al no haberlos contratado a ellos como porteadores. Evidentemente nosotros no estábamos dispuestos a volver a pasar por el mismo camino de ida, pues ni teníamos tiempo, ni comida, ni fuerzas, ni ánimos para hacerlo. Exigimos ir por la ruta normal y, a pesar de que nos pararon en alguna ocasión, todo se arregló con alguna propina que fue a cargo de la desastrosa agencia, claro.
Durante el camino de vuelta pudimos constatar que el camino normal no tenía nada a ver ni en duración ni en dificultad con el que habíamos hecho a la ida; a pesar de que también se nos hizo bastante duro porqué de los cuatro días, dos estuvo lloviendo casi todo el día. Tanto fue así, que terminamos con algunos de los miembros del grupo bastante tocados. Uno se rompió el tobillo el último día, y a otro se le infectó mucho una pequeña herida. Ello, unido al hecho de que el segundo día de marcha un compañero canadiense se rompió dos costillas en una caída, hizo que el balance final fuera de tres hospitalizados de un total de siete montañeros, al final de la expedición.
Sea como sea, estoy seguro que esta habrá sido uno de los mejores actividades que habré hecho nunca en mi vida. Por la belleza y autenticidad de los parajes dónde hemos estado, por la convivencia que hemos tenido con las tribus locales gracias a los porteadores , por la sensación de que hemos pasado por lugares dónde casi seguro que nunca antes han pasado occidentales, por la incomodidad y dureza de las etapas de la jungla, por la incertidumbre en que hemos vivido algunos días y, lógicamente, por haber podido escalar en un paraje casi virgen y excepcional, esta expedición es de aquellas que da pleno sentido a los que nos gusta ir por el mundo haciendo actividades que nos aporten ciertas experiencias vitales. (Fuente: Albert Bosch)
lunes, 17 de noviembre de 2008
¡¡YA SOLO QUEDA UNA!!
Tras varios días de caminar literalmente perdidos por la selva, regresaron a la senda que les condujo al campamento base. El desvío de la ruta principal se produjo para evitar una zona habitada por indígenas hostiles siendo el regreso a dicha ruta más complejo de lo que en principio parecía.
El día de cumbre una ruta de tres horas aproximadamente les llevó a la cumbre, con la roca resbaladiza por la lluvia y cierta dificultad técnica. Algunos nervios y mucha dureza física fueron sus compañeros de cumbre.
El trek de regreso vuelve a ser tan interesante como el de aproximación, cuatro días de dura selva.
Todos estamos ansiosos por escuchar de primera voz estas aventuras de Paco Briongos.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
GANANDO ALTURA
Los tres días de selva han hecho mella: cansancio acumulado por el calor y la humedad y ampollas en los pies que ya no desaparecerán.
No obstante las ganas por acometer la escalada siguen estando intactas así como el disfrute de encontrarse en un entorno tan fascinante.
lunes, 10 de noviembre de 2008
AUTÉNTICOS EXPLORADORES
Durante este trayecto se están encontrando con diferentes tribus indígenas que poco o nada saben del hombre blanco y sus ascensiones a la montaña. Paco nos cuenta cierto excepticismo y recelo hacia estas tribus puesto que se conocen situaciones de canibalismo. No obstante es impresionante comprobar como estas gentes viven de, por y para la naturaleza.
DE NUEVO NOTICIAS
La jornada del viernes 7 de noviembre llegó a Timika, punto desde el que partía en avioneta hacia Sugapa. Esta es la población en la que comiena el trekking.
Aunque no todo es tan sencillo y la avioneta no pudo volar por problemas técnicos, lo que obligó a retrasar el inicio del trekking utilizando alguno de los días de reserva.
Estas jornadas imprevistas se aprovechan para conocer a los pueblos y sus gentes. Esta aún con ser la segunda ciudad en importancia de Papua, es carente de turismo y el sólo hecho de enviar un par de postales se convierte en una gran azaña.
Por fin al día siguiente y sin muchos más retrasos la avioneta pudo despegar hacia Sugapa y tras una hora de vuelo por unos parajes de impresionante belleza llegó a destino, preparado para comenzar a empaparse de una incesante lluvia.
El trekking va a ser diferente a los que Paco ha vivido hasta ahora, puesto que la mayor parte del recorrido se realiza por selva, atravesando ríos y zonas pantanosas, empapado por supuesto y tratando de localizar la senda.
El segundo día de trekking en su mayor parte ha transcurrido paralelo al río Kobu sin grandes contratiempos, además ha dejado de llover por unas horas, lo que permite admirar lo impresionante del paisaje selvático.
Durante el recorrido están en contacto contínuo con una tribu local, la tribu Moni, que en sus quehaceres diarios (cazar, recolectar, etc) se topan con ellos en el camino. Toda una experiencia tal y como cuenta Paco.
Por el momento no tenemos más noticias de nuestro querido amigo, en cuanto recibamos noticias suyas os las comunicaremos.
lunes, 3 de noviembre de 2008
A PUNTO DE EMBARCAR
viernes, 24 de octubre de 2008
CAMINO DE LA SEXTA
Indonesia es un país formado por 17.508 islas de las cuales unas 6.000 están habitadas [ y están esparcidas cerca del ecuador, dándole al país un clima tropical. Las islas más pobladas son Java, Sumatra y Borneo (compartida con Malasia y Brunei) y Célebes.
Indonesia hace frontera con Malasia en la isla de Borneo, Papua Nueva Guinea en la isla de Nueva Guinea y Timor Oriental. Además de la capital Yakarta, las ciudades principales incluyen Surabaya, Bandung, Medan, Palembang y Semarang.
Aproximadamente el 88% de la población de Indonesia es de religión musulmana. El país cuenta con extensos recursos naturales como petróleo, gas natural, cobre y oro. Su agricultura produce principalmente arroz, té, café, especias y goma. También son muy importantes las maderas tropicales, de las que Indonesia es un gran productor y exportador. Desgraciadamente, gran parte de la tala no está controlada, con las consecuencias que ello acarrea.
La industria de bienes de consumo es también muy importante, produciendo a gran escala productos para exportación. Destacan el sector textil y el de la electrónica.
Indonesia es un país extenso y variado; repartido en varias Islas, conocidas principalmente por sus playas y sus grandes “resorts” turísticos, pero es también un país de montañas y senderos. La isla de Nueva Guinea, una de las más vírgenes e inexploradas de la tierra.
Una cordillera de 1.600 Km., que atraviesa la provincia en dirección este-oeste, domina la geografía de Nueva Guinea. La sección más occidental tiene cerca de 600 Km. de largo y 100 Km. de ancho. La provincia contiene las montañas más altas entre los Himalayas y los Andes, alcanzando los 5.038 de alto, asegurando una fuente constante de lluvia de la atmósfera tropical. Línea de forestación está alrededor de los 4.000 m. de elevación y los picos más altos contienen glaciares ecuatoriales permanentes, aunque se están derritiendo debido al calentamiento global.
Existen algunas montañas más pequeñas al norte y al oeste del cordón central. Excepto en elevaciones altas, la mayoría de las áreas poseen un clima húmedo caliente a través del año, con una cierta variación estacional asociada al monzón
El famoso Valle Baliem, hogar del grupo étnico Dani es una meseta de 1.600 m sobre el nivel del mar en la zona media del cordón montañoso; Puncak Jaya, también conocida por su nombre holandés La Pirámide de Carstensz, es una montaña, con su característica cima cubierta de niebla, de piedra caliza que alcanza los 5.038 m sobre el nivel del mar.
También es conocida por estar en una zona de dificultades políticas y territoriales de Indonesia, zona donde incluso ha habido casos de canibalismo, lo que ha hecho que su fama y su mito todavía suba más.
A diferencia de las otras montañas de este proyecto, en esta la complejidad técnica reside en los últimos setecientos metros de roca caliza vertical, con complicaciones técnicas de escalada de hasta V+ y con una roca que rara vez se encuentra seca. Para darle más emoción vamos en plena época de lluvias.
viernes, 29 de agosto de 2008
MONTE MCKINLEY " LA MONTAÑA MAS ALTA DE NORTEAMERICA"
A diferencia de otras muchas montañas del mundo, exige hacer la aproximación de forma autónoma, recorriendo todo el glaciar que da acceso a ella. Así lo tienen montado los Rangers estadounidenses, supuestamente por razones medioambientales y de conservación del Parque Nacional que lleva el mismo nombre. Este hecho hace que esta montaña sea bastante especial. Una avioneta te deposita en medio del glaciar a 30 o 40 kilómetros de distancia, y durante tu estancia allí arrastras todo aquello que vas a necesitar (unos 60 kg, por persona), en una pulka o trineo. Uno arrastra no solo sus cosas de necesidad, también un inodoro portátil donde es obligatorio que hagas tus necesidades. Sinceramente opino, que esto está montado así porque es más exótico, puesto que en otras muchas montañas la aproximación al campo base se hace en helicóptero por ejemplo. Sea como fuere, el desarrollo de la expedición es así mucho más interesante, atractivo y auténtico.
En definitiva, necesitamos cuatro duras jornadas para instalarnos en el C4 o Campo Base. Esos días han sido los más duros para mí. Con tanto peso mi rendimiento se ve mermado bastante. A partir de ahí y ya con suficiente altura es donde mejor me encuentro.
La avioneta nos dejó en el glaciar el día 26 e inmediatamente comenzamos a caminar. El inicio fue bastante penoso, y lento, nos costó un buen rato adaptarnos a ir encordados tirando de un trineo cargado hasta los ojos. En cuatro o cinco horas nos pusimos en el Campo 1, y resultó un gran alivio puesto que a partir de allí el glaciar comenzaba a ganar pendiente. El día fue muy bueno y soleado, aunque cambiaría radicalmente a partir de ese momento.
La siguiente jornada estaba previsto instalarnos en el campo 2, pero con el mal tiempo y el hecho de ser final de temporada y no haber apenas expediciones, nos hizo saltarnos este campo, sin darnos cuenta, e instalarnos en el campo 3 tras una durísima jornada de ocho horas. Nos os podéis imaginar la gratificante sensación de soltarse del trineo y de repente volar.
El tercer día se preveía bastante intenso, solo ver delante de nuestras narices la empinadísima pala por la que transcurría la ruta… quitaban las ganas de engancharse a nuestro inseparable amigo trineo. Juanjo se encontraba cansado y decidió quedarse. El resto hicimos un porteo al siguiente campo. Juanchi y Tito no llegaron e hicieron un depósito a un par de horas del campamento. Por mi parte, si llegué al siguiente campo, con la gratificante sorpresa de enterarme que aquel no era el campo 3 sino el 4 o campo base. Cuando a la vuelta se lo comenté al resto del grupo fue estupendo saber que al día siguiente instalaríamos el campo base y no que creíamos que nos faltaban 2 ó 3 días. Como veis nos habíamos estudiado perfectamente la ruta.
En el cuarto día hicimos el segundo porteo para montar definitivamente el campo base, que en adelante sería nuestra casa.
A la mañana del quinto día el tiempo amaneció regular y yo decidí probar suerte e intentar salir para la cumbre desde el Campo Base. La verdad es que no estaba muy convencido, pero me llevé lo necesario por si me salía uno de esos días en los que te sientes como una moto (a mí suele pasarme esto los primeros días de altura). De todas formas aproveché para coger parte de la tienda que montaríamos en el campo 5 y algo de comida. El día fue empeorando, en poco más de cuatro horas estaba en el campo 5, donde charlé un rato con dos vascos, a los que tras ver que el tiempo se ponía feo aproveche para dejarles mi depósito (varillas y piquetas de la tienda, mono de plumas, algo de comida y la cámara de video). El día no estaba como para continuar solo y preferí darme la vuelta. En poco más de una hora ya descansaba con mis compañeros contándoles cómo era la ruta hasta el campo 5.
Con algunas dudas entre nosotros al día siguiente decidimos subir todos con todo lo necesario para dejar bien montado el campo 5. A mitad de camino Juanchi no tenía buenas sensaciones y prefirió cobijarse bajo una gran roca a esperar a Juanjo y Tito que tras el porteo bajarían a descansar. Yo cogí su carga y continuamos, aunque al poco Juanjo y Tito se dieron la vuelta para bajar con Juanchi. Por mi parte quería continuar con mi intención de dormir en el campo 5 y al día siguiente tirar para la cumbre, aunque esta decisión supusiese coger la carga de los cuatro y continuar solo. Lo que el día anterior me había supuesto poco más de 30 minutos, con más de 20 kilos a la espalda, ese día me supuso más de 2 horas y otro tanto hasta que fui capad de montar el campo 5. El tiempo no era nada bueno, pero en el campo 5 había otras dos expediciones que lo intentarían también al día siguiente. Menos mal que estaban allí porque fui incapaz de hacer funcionar el maldito hornillo de gasolina y me tuvieron que echar una manita.
Amanecí a las 8 de la mañana y a las nueve ya estaba listo. Inocente de mí y como si esta fuese mi primera expedición, comprobé que nadie arrancaba y todos estaban como a la expectativa. Después de esperar un rato, mi impaciencia me hizo arrancar el primero y abrir la penosa y arriesgada huella de la travesía que lleva al Denali Pass. Por supuesto que detrás de mí, inmediatamente arrancaron todos. A mi llegada la Denali Pass el tiempo es penoso y decido esperar a un grupo de tres que vienen por detrás para no ir solo. Estos tres eran rangers que iban para cumbre antes de terminar la temporada. Yo me uno a ellos, pero al cabo de hora y media y ante el empeoramiento del tiempo, me comunican que se van a dar la vuelta. Por mi parte, analizando la situación y ante el conocimiento que ellos tienen de la montaña, no me parece oportuno seguir solo y decido darme la vuelta tras ellos. Me preocupa sobre todo la bajada en la travesía del Denali Pass, solo, sin cuerda para asegurarme y abriendo huella se me antoja una tarea demasiado complicada para arriesgarme inútilmente. Al menos con ellos me evitaré tener que abrir otra vez la huella y me sentiré mas seguro.
Tras un nuevo intento fallido y ya en la tienda me preparo un nuevo planteamiento para el día siguiente. En primer lugar, saldré el último y bastante tarde, pues ya conozco gran parte de la ruta y prefiero ir solo y rápido. Mi sorpresa es que a media tarde aparecen mis compañeros bajo la tormenta, bastante exhaustos y castigados pero con intención de ir a cumbre conmigo al día siguiente. Tenemos un problema, a duras penas cabemos los cuatro en la tienda, si no es sentados, y la noche se antoja bastante dura, como así fue a la postre.
Tras una noche de perros, sin pegar ojo, y con tormenta, abrimos la tienda a las once de la mañana y a las doce nos pusimos en camino. A la altura del Denali Pass vemos un grupo de 7 personas que han salido a las 9 de la mañana. El día no está despejado pero aun así yo tengo claro que ese puede ser el día. Nos encordamos para ir más rápido y evitar riesgos en toda la travesía hasta el Denali Pass (collado en el que se cambia de vertiente). Llevamos buen ritmo pero el tiempo comienza a empeorar. En apenas dos horas llegamos al collado pero está completamente cubierto, niebla espesa y fuerte ventisca que levanta toda la nieve caída. En este punto mis compañeros deciden darse la vuelta, en primera instancia intento convencerles por si es un pequeño bajón, aunque al verles firmes no insisto, en estas montañas cada uno tiente que tener muy clara su decisión pues los errores se pueden pagar caros. Me desencuerdo, nos despedimos y prosigo solo sabiendo que por delante va una expedición guiada. Esto me da más confianza para continuar solo. Avanzo rápido con intención de coger a ese grupo antes de la cumbre, esto se produce a la altura del campo de futbol (amplio plató debajo de la cornisa que conduce a la cima). Desde arriba compruebo que el ritmo que llevan es lentísimo, parecen una procesión de semana santa, por mi parte voy a esperar un rato ya que tengo intención de que en esta ocasión alguien me pueda hacer las fotos de cumbre. Me siento en la mochila, como y bebo que no lo había hecho hasta ese momento y contemplo entre los claros de niebla como van avanzando. Me propongo continuar cuando estén a mitad de la travesía que sale a la cornisa cimera. Les doy caza justo al inicio de la cornisa de nieve y me coloco justo detrás puesto que en esta cornisa es complicado adelantar y bastante peligroso. La cumbre está ya a escasos metros pero el grupo avanza demasiado despacio, con constantes paradas. En una de estas uno de los guías me dice que pase y adelanto a su primera cordada de tres personas, dos clientes y un guía. Tras un buen rato consigo adelantar a otro guía y su cliente y por delante ya solo me quedan dos pero la cumbre ya está ante mis ojos con lo cual ya decido llegar tras ellos. Primero pisa la cumbre el guía que espera al cliente recogiendo cuerda los 10 últimos metros, cuando están a punto de abrazarse ya sobre la misma cumbre el cliente se desploma y el guía a duras penas consigue sujetarlo con la cuerda, aunque se golpea con el piolet y se hace un corte en la mejilla. Inmediatamente su guía, el guía que va justo detrás de mí y yo, nos aproximamos y durante una hora, inútilmente, intentamos reanimarle. Del resto prefiero ni acordarme.
Bajé todo lo rápido que pude, en apenas dos horas y media estaba en el campo 5 con la firme intención de bajar al campo base. Para mi sorpresa en el campo 5 me esperaba Juanjo así que dormimos allí. A la mañana amanece un día claro aunque con bastante viento, comento a Juanjo la posibilidad de acompañarle a cumbre o más bien hasta donde pueda, pero parece que ha tirado la toalla definitivamente. Descendemos al campo base con intención de recoger e irnos para casa.
En el Campo Base hice mis esfuerzos para hacer cambiar de idea a mis compañeros, aun nos quedaban 8 días de permiso y previsión de mejoría del tiempo. Todo fue infructuoso, hasta la propuesta de acompañar a cumbre a quien cambiara de opinión. Recogimos todo y nos dispusimos a bajar lo más rápido posible para intentar volar antes a casa. Lo que no sabíamos que nos quedaba probablemente lo más duro. Pretendíamos desandar los 30 km de aproximación al punto de recogida del glaciar en el día, pero salimos excesivamente tarde, a las 12 del mediodía. Durante las dos primeras horas a penas avanzamos, los trineos vuelcan a cada instante y finalmente decidimos cargar todo lo posible a la chepa llevando los trineos prácticamente vacíos para evitar que vuelquen. Enseguida cogimos ritmo, pero a medida que perdíamos altura la nieve estaba más blanda y comenzó el calvario de las grietas. Los dos primeros de la cordada (Juanjo y Tito), se colaban a cada instante y el ritmo y cansancio se hacían cada vez más penoso, tal fue así, que a escasos metros del puesto de los rangers y cerca del punto de recogida acordado, tuvimos que detenernos y montar las tiendas en medio del colador del glaciar sembrado de grietas.
Al día siguiente, en un par de horas finalizábamos, en teoría, nuestra estancia en la montaña. No sabíamos que nos aguardaban cuatro días de tensa espera a la avioneta, ya sin comida y viendo como de allí desaparecían todos menos nosotros, nos llevó a un estado de desesperación que casi acaba en las manos una vez en Talketna. Si alguna vez vais por Alaska, no se os ocurra contratar una avioneta a Hutson Air, no responderá ante la mínima incidencia. Lo que iba a ser un feliz regreso de ocho días antes, se convirtió en una complicada vuelta a casa.
MONTE ELBRÚS "LA CUMBRE MÁS ALTA DE EUROPA"
Con este panorama todo el mundo nos desaconseja iniciar esta nueva aventura, desde la familia hasta la embajada hacen sus esfuerzos, pero tras una llamada telefónica a uno de mis mejores amigos de la infancia, ahora empresario yogurtero en Georgia, decidimos continuar con nuestros planes, escalar el MONTE ELBRÚS, la montaña más alta del continente Europeo.
Tras la disgregación de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, la montaña más emblemática del mundo alpinístico, el MONT BLANC, deja de ser la montaña más alta de Europa, pasando a ocupar este insigne puesto el Monte Elbrus en Rusia. La cordillera del Cáucaso es la barrera natural que divide la placa Europea de la Asiática, y el monte Elbrús se encuentra 11 kilómetros hacia el interior de Europa.
Parto de Madrid en compañía de dos buenos amigos (Jose Antonio y Juan) que han decidido tener en esta montaña su primera experiencia en altura. Nuestro destino es Moscú, donde nos uniremos a otros tres españoles de Asturias (Pepe, Alberto y Modesto). La llegada a Moscú nos depara una sorpresa, mi mochila con todo el material de montaña no aparece. Papeles, reclamaciones y buenas dosis de desesperación, en Rusia se cuentan con los dedos de una mano aquellos que hablan inglés, la comunicación resulta terriblemente complicada. Mi inglés “arapajoe” aquí deja de tener sentido, con el castellano “arapajoe” me sirve igual. Al menos me siento más cómodo gesticulando en mi propio idioma. Nos dan las ocho de la tarde y aún tenemos que encontrar el Hostel que hemos reservado por Internet en el centro de la ciudad. El taxi tras el regateo no baja de los 50 euros por persona, una barbaridad para nuestros bolsillos, así que optamos por la opción barata pero complicada, una hora de bus y otra más de metro, el que por cierto merece un vistazo, tan bonito e impoluto, claro que es imprescindible un curso avanzado de Cirílico, de lo contrario te esperan unas cuantas vueltas de más, ¿quién acierta con el destino si ni siquiera conoce las letras que lo designan?
A pesar de que la noche está ya avanzada no nos podemos permitir el lujo de no aprovechar las escasas horas que pasaremos en Moscú y salimos a hacer turismo, calle peatonal, kremlin, plaza roja…para acostarnos a las 2 de la madrugada. A la mañana madrugón y más de lo mismo. Nuestro avión camino de Mineraley Vody sale al medio día y nos obliga a una visita turística a la carrera. En Mireraley nos espera Lisa directora de la Agencia CetNeva junto al famoso alpinista ruso Anatoli Mosikov. Ellos no facilitarán toda la burocracia rusa para acceder a la montaña, porque montones de papeles, salvoconductos y controles militares imposibilitan cualquier tipo de gestión por cuenta propia.
El 11 de agosto a las 10 de la noche, después de un pesado viaje en furgoneta, llegamos a Jeget, pequeño poblado en la falda de la montaña. Nos instalamos en el hotel del mismo nombre y a la mañana comenzamos nuestra aclimatación en un pico de 3700m., el Jeget. Estamos en una antigua estación de esquí que junto con el pueblo y los alrededores muestran a las claras los tiempos pasados del régimen. Desgraciadamente se han quedado 50 años atrás, se aprecia un enorme abandono y suciedad por todas partes.
La cumbre del Jeget no se nos resiste y para el día siguiente decidimos subir a lo que será nuestro campo base (Barrels o Barriles), que en mi pueblo es un merendero a orillas del Duero, pero que aquí son unos barriles o cisternas de camión donde nos esperan 6 confortables camastros a 3700m de altura. A las 10 de la mañana cogemos un telesférico y una arcaica silla que llega hasta allí. Nuestra intención es aclimatarnos y atacar la cumbre desde este lugar. Una vez instalados y después de un pequeño pic-nic comenzamos nuestra aclimatación con destino a Priu (antiguo refugio quemado en un descuido a unos 4000m). Yo me siento pletórico (como siempre en los primeros días de aclimatación), cojo lo necesario y comento a mis compañeros que voy a probarme. – Si llego a Priu en 30’ y a las Pastucobas a 4600m en hora y media intentaré la cumbre. Juan y Jose asintieron el resto puso cara de incredulidad, pues eran las 12 del medio día y se acostumbra a salir a las 2 de la madrugada, o sea que iba con 10 horas de retraso y el día no era muy potable. A mí me cuadraron los tiempos y en 5 horas estaba disfrutando solo la cumbre, algo muy difícil en esta montaña y en esta época del año. La niebla, el viento y el frío me dificultaron en gran medida la parafernalia fotográfica de la cumbre, teniendo que utilizar dos extraños artefactos que allí reencontraban (dos bolas de acero amarillas con un asa). A día de hoy una de ellas se encuentra en mi casa. Como también había anticipado, a las 7,30 estaba para cenar, ante la incredulidad de nuestro buen amigo Anatoli que apostó con Jose Antonio que no estaría y que le ha costado las botas con las que nada menos que en dos ocasiones ha pisado la cumbre del Everest sin oxígeno y hazaña que después de Messner pocos más en el mundo han logrado. También hoy reposan las botas en el balcón de Jose Antonio a la espera de un insigne lugar en el futuro “museo” que ante tal acontecimiento hemos decidido montar.
El resto del grupo continuó su proceso de aclimatación al día siguiente mientras yo aprovechaba para descansar con el objetivo ya cumplido y con el compromiso de acompañarles al día siguiente. A su vuelta preparamos el plan de ataque. Juan y Jose tienen enormes dudas de su éxito saliendo desde Barrels y ante la decisión del resto de coger la “retrak” (quitanieves con asientos para 15 personas que en una hora escasa te deposita en las Pastucobas facilitándote los primeros 900m de desnivel). Yo decido no coger es te artefacto y salir a la misma hora (4 de la madrugada), pero a pata. A las dos horas les di caza en la dura pala que va de las Pastucobas, a la travesía que conduce al collado entre el Elbrus Este y el Oeste. Afortunadamente amanecía y les pude identificar inmersos en un gran grupo comandado por Anatoli. Su ritmo era tortuguero, así que nos salimos marcándoles otro más apropiado y superando a todos hasta el collado. Tras un descansito aprovechando los únicos rayos que el sol nos brindó ese día, nos plantamos en la cumbre haciéndonos sitio para las fotos. En esta ocasión a duras penas cabíamos y prácticamente había que sacar ticket como en la pescadería y todo ello presidido por las famosas bolas de acero (un ruso adinerado con dotes de culturista presume de haber hecho pesas con dos peculiares mancuernas amarillas en el Polo Norte, en la cumbre del Elbrus y en algún que otro recóndito lugar del mundo). Estas excentricidades hay que hacerlas y deshacerlas, de ahí que una de estas supuestas “bombas” descendiese en el interior de mi mochila, ante la más que incrédula mirada de Anatoli al verla ya descansando en Jeget.
Ayudar a mis amigos y compartir la cumbre con ellos fue una gran satisfacción. Su primera experiencia ha sido un éxito y a buen seguro en el futuro se cuestionarán haber probado esta “droga” y no saber desengancharse.
En cuatro días cumplimos todas nuestras expectativas y hemos tenido la enorme fortuna de conocer estos valles y maravillosos paisajes en los días restantes. Para casa nos traemos una bonita experiencia y unos cuantos interesantes obsequios para ese futuro museo que algún día podréis disfrutar (unas botas, un bastón, unos banderines de expedición, una antigua bota, una extraña mancuerna y muchas, muchas fotos).
domingo, 10 de agosto de 2008
COMIENZA LA EXPEDICION AL ELBRUS
Nos vamos a ver un poquito de Moscu y esta tarde para la monta;a.
Un saludo.
miércoles, 25 de junio de 2008
ESTAMOS EN TALKEETNA
Aunque estamos en el "primer mundo" aqui todo es mas complicado de lo que parece. Nos es imposible hablar por telefono y la comunicacion es bastante penosa. Esta panda de vagos y maleantes no hacen mas que comer y dormir, no se lo que nos pasara cuando nos enganchemos al trineo.
Este es el tipico pueblecito de pelicula de vaqueros, pero con todas las casas de suvenirs y restaurantes, y con un peque:ito aeropuerto lleno de avionetas con patines para aterrizar en el hielo.
lunes, 23 de junio de 2008
LOS PREPARATIVOS
Comenzamos nuestra particular conquista de America, mas bien de los Estados Unidos, donde como casi siempre a simple vista, los topicos se cumplen. Esta tierra esta llena de jente con mucho sobrepeso, o dicho sin tapujos, de obesos, de pick-up inmensos con clavos en las ruedas para la epoca de nieve, de enormes furgonestas, curiosos autobuses con portabicis en el morro, y por supuesto, banderas por todos lados.
La vida aqui se intuye bastante tranquila, con poco ruido, grandes calles, casas bajas de madera con jardin y una vegetacion frondosa. Por las calles hay algunos indios, pero nada que ver con los de las peliculas.
Hemos echado todo el dia haciendo compras. Ha sido bastante tedioso y complicado, no es facil comprar todo el avituallamiento para cuatro personas y para 15 dias perdidos por los glaciares. Una de las peculiaridades del Mckinley o Denali como lo llaman mas habitualmente, es el hecho de que una avioneta te deposita en medio de un enorme glaciar y durante unos largos 30 km tienes que arrastrar en tu trineo o pulca todo lo necesario para acometer la ascension. Esto implica una total autonomia y gestionar el peso es clave, aunque en el comer no hay que escatimar, en definitiva asusta ver todo lo que tenemos que arrastrar. La otra gran peculiaridad es el frio. Todo el mundo dice que probablemente es la monta;a mas fria del mundo, por encima de 6000 metros claro esta. Aunque aun estamos bastante lejos esto ya se ha hecho notar. El dia de hoy ha estado nublado y yo he cogido algo de frio y no me encuentro muy potable.
Por cierto, aun no os he contado quienes son los tres amigos que me van a acompa;ar en esta aventura. Juanjo es el mayor, de Jarandilla de la Vera y ya estuvimos juntos en los Gasherbrum. Juanchi es de Aranda aunque afincado en Ferrol, y ya compartimos momentos de monta;a en el Aconcagua aunque para el no fue una buena experiencia y con un principio de edema pulmonar tuvo que desistir. Somos amigos de pandilla del pueblo y me hace una enorme ilusion estar aqui otra vez juntos y recordar nuestras correrias de adolescentes, que por cierto fueron muchas y buenas. El ultimo en discordia es Tito, de Bejar, es con el que menos contacto he tenido pero estoy seguro que vamos a encajar perfectamente.
domingo, 22 de junio de 2008
ESTAMOS EN ALASKA
Por fin ya estamos en Anchorage, despu'es de 26 horas de viaje y tres escalas. El viaje ha sido bastante pesado, pero lo mejor es que se acab'o y tenemos todo nuestro equipaje con nosotros, haciendo escala en Londres no es nada habitual. Ahora nos toca descansar, aunque no va a ser nada f'acil puesto que aqu'i no anochece y estamos un poco desconcertados con el cambio. La temperatura es bastante buena, algo fresquita pero agradable, teniendo en cuenta que el calor de all'i era insoportable.
Ma;ana lo dedicaremos a hacer las compras que nos faltan, sobre todo la comida, aunque tenemos que controlar el peso que hasta ahora me tiene bastante asustado. En el aeropuerto facture' m'as de 50 kilos, que luego hay que arrastrar todos los d'ias.
viernes, 20 de junio de 2008
COMIENZA UNA NUEVA AVENTURA
Comienza una nueva andadura en el proyecto de las siete cumbres. Mañana cojo el avión destino Alaska y aunque como siempre antes de partir, tengo pocas ganas, luego una vez en faena todo cambia y en esta ocasión no va a ser menos. Los días previos son tan estresantes y quiero dejar tantas cosas atadas que me resulta complicado centrarme en la montaña. Tal es así que aún no he hecho el equipaje y a buen seguro me faltará alguna cosa.
También en estos días han sucedido dos acontecimientos bastante insólitos. Por un lado, el reconocimiento, con foto y diploma incluido, por parte del Consejo Superior de Deportes, a todos los españoles con cima en el Everest (acto por cierto bastante cutre, pero agradable de compartir con amigos que hacía tiempo no veía). Por otro lado, el premio recibido en mi pueblo “ARANDA DE DUERO”, como mejor deportista del año pasado. Sinceramente no sé muy bien por qué, pero de todas formas me ha hecho bastante ilusión, aunque no estoy muy conforme con este tipo de acontecimiento. No es que no considere importante reconocer los méritos deportivos, pero de lo que si estoy seguro, es que hacerlo con un ranking de primero, segundo y tercero no es justo, y muy difícil de comparar entre diferentes disciplinas deportivas.
Comienza un nuevo camino, que espero compartir con todos vosotros.
martes, 26 de febrero de 2008
YA ESTAMOS EN CASA
Quiero aprovechar para agradecer a todos aquellos que nos acompañaron en esta aventura, y os emplazo para la siguiente, que espero sea en breve.
jueves, 31 de enero de 2008
DE VUELTA A CASA
Ya estamos en Caracas, muy fea, como todas las grandes ciudades del mundo. El entorno hasta el momento algo hostil, por la calle ya he soportado dos cacheos e interrogatorios exhaustivos. Aunque no es agradable, de vez en cuando no está mal comprobar como se sienten los demás fuera de su país. La segunda vez ya les he dicho, si creen conveniente que me afeite para que no me paren más veces.
Hoy he dedicado el día a vender el carro y si no se arrepienten, está prácticamente zanjado. Esto se acaba y cuando uno cambia el chip, de repente está deseando volver. Con suerte el Lunes estaremos en casa y vendrá el momento de hacer el balance desde la lejanía.
miércoles, 30 de enero de 2008
DEL PICO BOLIVAR A CASA
lunes, 28 de enero de 2008
CAMINO DEL PICO BOLIVAR
sábado, 26 de enero de 2008
Fotos: Mi niño como un autético buceador. El control militar de la Sierra de Santa Bárbara. Indígena y poblado indígena
El paso fronterizo a Venezuela, como siempre, mucho mejor de lo esperado, y la primera impresión algo desconcertante. Por ejemplo, cuesta lo mismo una cocacola que llenar el depósito de gasolina, o sea, un euro aproximadamente. Si el coche lo permite habrá que aprovechar para hacer kilómetros y dieta.
Ahora estamos en Mérida, y la verdad que uno por esto lares, de vez en cuando parece que está por casa. Ya hemos visitado dos Trujillos, un Cáceres, un Mérida, solo nos falta Plasencia, y no es porque no haya Placentinos por aquí, ya que en Quito conocimos una familia con abuelo Placentino. Aquí en Mérida está la montaña más alta de Venezuela (Pico Bolívar 5007m), y el telesférico más alto del mundo. Sube de la ciudad a 1500m hasta los 4700m del tirón, me imagino el “cebollaza” de los cientos de turistas que hacen cola para subir, aunque para mis propósitos facilita bastante el asunto. De hay a la cima hay una tiradilla con algún tramito expuesto y de roca no muy complicado, pero es conveniente encordarse. El único problema que veo, es que hasta el miércoles está cerrado el telesférico y no se si aguantaremos cuatro días de espera.
Por otro lado, el cansancio ya está haciendo mella y vamos a empezar a programar la vuelta, que a buen seguro no va a ser nada fácil, hay que deshacerse del coche y conseguir vuelo.
jueves, 24 de enero de 2008
NOS VAMOS A VENEZUELA
miércoles, 23 de enero de 2008
UN DIA DE BUCEO
jueves, 17 de enero de 2008
LOS PIRATAS DEL CARIBE ASALTAN CARTAGENA DE INDIAS
Fotos:Javier surfeando y papi con su mayor tesoro
Ya llevamos unos cuantos días en Colombia y la verdad es que ya hemos superado nuestra mala salida de Ecuador. Este país es alucinante, muy bonito y sus gentes muy agradables. Hemos hecho el recorrido de los “carteles de la droga”, una primera parada en Cali en casa de nuestro buen amigo Fabián, quien nos ha tratado genial y nos ha brindado toda su hostipalidad. De hay avanzamos hasta Medellín, ciudad muy bulliciosa, donde sorprende ver a miles de personas por la calle a todas horas, demasiado ruidosa para nosotros, y ahora nos encontramos en Cartagena de Indias. Esta ciudad es preciosa y merece la pena acercarse a echar una ojeadita, muy recomendable, aunque lo que son las playas de la ciudad dejan un poco que desear.
Nos está sorprendiendo mucho lo caro que es todo en este país. Cierto es que estamos bastante mal acostumbrados y cuando volvamos a casa necesitaremos un buen proceso de adaptación. El primer día que vayamos al super, creo que nos volveremos con las manos vacías.
Mañana partimos destino el Parque Nacional de Santa Marta, donde se encuentra la montaña más alta de Colombia. La gente nos comenta que es una zona complicada, aunque yo soy optimista. Me resulta difícil creer que estando a tan solo 42 kilómetros de la costa y con férreo control que el ejercito tiene sobre esta, el acceso sea peligroso, pero bueno, hasta no estar allí y recabar la información pertinente es absurdo hacer conjeturas al respecto.
Ya os contare si es posible o no, y si es que no, habrá que disfrutar de sus playas que dicen que son las mejores de por acá.
Por cierto, ya tengo cámara de fotos nueva, y aprovecho para probarla aquí mismo con unos regalitos de lo que más quiero en este mundo. MIS PERLAS.
Video: Juan Valdés con su nuevo look.
jueves, 10 de enero de 2008
MENUDO RECALENTON TENEMOS
El paso de la frontera ha sido bastante complicado y muy largo, quizás es mi pinta de narco. Tengo la sensación de que este país va a ser arto complicado. Es enorme y le atraviesan tres cordilleras que hacen que los trayectos se conviertan en interminables jornadas. Por mi parte siempre insisto en saber los kilómetros de los trayecto y nunca creo las referencias de tiempo que me dan, aunque desgraciadamente se suelen confirmar (es difícil asimilar que se tardan 10 horas en hacer 400 km).
Vamos camino de Cali…
miércoles, 9 de enero de 2008
BAJON DE ANIMO
La verdad es que en estos días nos ha bajado mucho el ánimo y tenemos ganas de volver. Imagino que se junta un poco todo, ya van muchos días y el cansancio pesa, aunque espero que esta mala sensación cambie.
En mi proyecto de subir la cumbre más alta de todos los países de Sudamérica, a partir de aquí las cosas se ponen muy crudas. La cima colombiana esta en una de las zonas complicadas de Colombia, donde la guerrilla y los pueblos indígenas es probable que aborten mi intento. En Venezuela no creo que haya problemas, pero el Pico Neblina en Brasil está en las entrañas de la selva amazónica.
Si hasta ahora hemos colgado poco documento grafico, a partir de ahora no se lo que pasara.
lunes, 7 de enero de 2008
sábado, 5 de enero de 2008
.... MENUDO CHIMBORAZO
Salí para la cumbre de 5000m a las 11,30 de la noche, por delante iban 13 austriacos con 7 guías a los que alcancé bastante rápido poniéndome a su rebufo, algo imprescindible para mi, pues aunque intenté memorizar la ruta con luz antes de salir, me hubiera sido imposible seguir el trazado en ese caos de hielo, piedras y seracs. A las 12,30 nos cruzábamos con mis buenos amigos Colombianos (Carlos y Felipe). Se les había echado la noche y al no encontrar el camino de vuelta se habían visto obligados a vivaquear a 5500m. Los frontales del grupo y de los japoneses que venían por detrás les libraron de una mala pasada. Para ese entonces la mayoría, por lo peligrosa que estaba la montaña, emprendían el regreso. Yo decidí acoplarme al grupo delantero para sentirme más seguro (dos austriacos con un guía, a la postre muy profesional aunque tuve que echarle una manilla para bajar a los dos austriacos, bien es cierto que no me separé de ellos ni un momento, no quería verme bajando solo en aquellas condiciones). El escaso conocimiento técnico de los dos austriacos me facilitó la bajada, cosa que agradezco aunque tuve que trabajar bastante, destrepando y asegurando con el único tornillo del guía y su pedazo de cuerda de escasos 20m. En definitiva aquello se hizo interminable, ya os podéis imaginar, creo que soy incapaz de recordar cuantos largos pudimos hacer, ahora, mejor era eso que bajar a pelo.
Por si fuera poco he pasado mas frío que carracuca, que dicen en mi pueblo, como mi intención era ir a la Antártida, no tengo nada de material y para colmo me olvido el forro polar en el hotel, de no ser por el plumífero y el casco prestados por los colombianos aun estaría tiritando y no solo tendría el pómulo partido por un trozo de hielo, tendría la cabeza con un par de sablazos más para mi colección.
Como dijo aquel no hay montaña fácil y sobre todo nunca hay que subestimarla, lo que aparentemente parecía muy sencillo, al final me ha resultado una montaña muy dura, aunque las vistas de la cumbre lo compensan. Ver sobresalir los conos volcánicos sobre un mar de nubes es espectacular, aunque el frío y el viento eran tan intensos que es la primera vez que las pestañas se me congelan y me impiden abrir bien los ojos.
Después de una duchita y unas horitas de sueño, carretera y manta camino de Quito, que es donde nos encontramos ahora, dispuestos a recibir a los Reyes Magos.
Espero que a los que habéis sido buenos os traigan muchos regalos y a los que no tanto, que os traigan un buen carboncito para pasar el invierno.
Como este ordenador no me deja mandar fotos las emplazo para la pròxima.