viernes, 26 de diciembre de 2008






Hola amigos.


Aprovecho desde aquì para desearos feliz Navidad y por si acaso no puedo màs adelante, también os deseo que el 2009 sea un buen año y se cumplan todos vuestros deseos.


Por mi parte aquí sigo en Punta Arenas a la espera del ansiado vuelo a Patriot Hills y posteriormente a la montaña. Las cosas por aquí no andan nada bien, para estos dìas ya estaba previsto terminar y aún no hemos podido ni empezar. Los ánimos están muy bajos y sinceramente mi motivación está por el suelo. Ya llevamos quince días de espera y las previsiones no son nada buenas, mi vuelo de regreso a casa es para el día 1 y ya sé seguro que no va a pader ser y yo estoy deseando volver.


Espero que en estos días cambie la suerte y el tiempo y por fin consigamos coger ese maldito vuelo.


En estos días hemos intentado aprovechar para ver las Torres del Paine, aunque ver las Torres del Paine en dos días es un pena y si encima te hace mal tiempo es aún peor, pero por lo menos hemos estirado las piernas.


En tres horas recibiremos un nuevo parte y parece que puede haber suerte, cruzamos los dedos.

lunes, 22 de diciembre de 2008

QUE MALA SUERTE

Seguimos sin poder volar y ahora es por dos d'ias.
Hoy hemos viajado a Puerto Natales y ma;ana pasearemos por las Torres del Paine, que al menos es una satisfacci'on. Esperemos que la suerte nos sonria a partir de ma;ana.

domingo, 21 de diciembre de 2008

OTRO DÍA MÁS

Aquí seguimos, y la situación cada vez es más tensa. Ayer lo pasamos en el aeropuerto, bastante cómico, por cierto, todos disfrazados con las botas de expedición y las plumas, pero no fue suficiente y tuvimos que volver por donde habíamos venido. En Punta Arenas ya nos conocen por todos lasdos, sobre todo en cafés y restaurantes, creo que como esto continue no nos va a quedar más remedio que hacer una guía de Punta Arenas.

También en el poco tiempo seguido del que disponemos entre llamadas de teléfono estamos haciendo turismo. Los museos, las pinguineras y café tras café.

A ver si hay suerte para mañana.

viernes, 19 de diciembre de 2008

¡¡¡ VAMONOS YA !!!

Aquí seguimos a la espera del vuelo y la situación se está haciendo insostenible. Los días comienzan a reducirse y la vuelta de la Antártida la tenemos cerrada para el día 28 y sin posibilidad de cambio. Ya empazamos a tener el tiempo justo para hacer la montaña y las prisas en estos casos no son nada buenas. Yo ingenuo de mi pensaba que me iba a dar tiempo para hacer más cosas, y ahora ya me conformo con el Vinson y gracias.
A ver si cambia el tiempo y podemos empezar ya.

martes, 16 de diciembre de 2008

A LA ESPERA

Como suele pasar en estos casos, comienzan los contratiempos. Estamos a la espera de la llamada que nos confirme que podemos volar, pero por ahora el viento se ha puesto en nuestra contra. Lo peor de esta situación es que cada 3 horas tenemos que estar localizados por si acaso cambia, y en media hora tenemos que estar listos para embarcar. Es un poco agónico y cuando se acerca el mometo y te dicen "no", comienza una nueva espera. Nos conocemos Punta Arenas a la perfección y aunque es un sitio tranquilo y agradable ya tengo ganas de pisar el hielo.

sábado, 13 de diciembre de 2008

COMIENZA LA ULTIMA AVENTURA

Hola amigos, ya estoy en Punta Arenas (Chile), esperando para embarcar hacia el continente helado. Por ahora todo va según lo previsto, vuelo pesadísimo y contacto un poco desconcertante con la agencia que monopoliza las expediciones al Vinson. Como todas las agencias yankis dan por hecho que eres un inútil y les puedes demandar en un futuro si las cosas no salen bien. A cambio te acosan con miles de preguntas y te hacen pasar por situaciones bastante incómodas. Concretamente hoy he vivido una de ellas. Es la primera vez en mi vida que me examinan el equipaje para darme el visto bueno, soy apto o no. Que paradójico, hasta ahora era yo el que examinaba a mis alumnos y sinceramente nunca había pasado por una situación así. Creo que he aprobado, aunque no he traído alguna pijotería para ellos importante. La verdad es que no hubiera estado mal leer los papeles que me habían enviado, con un listado detallado del material, marca americana incluida, que claro, para nada coincidían con mis “spanish thinks”, no north FACE, no marmot, no patagonia… En definitiva, me da la sensación de que me van a llevar de la mano y me inquieta un poco. Como no pueda salirme del redil lo voy a pasar un mal.
Por otro lado, ya estoy aquí con mi querido amigo “Castas” y vaya si voy a aprender del comercio del pescado, barco para acá, barco para allá. Da gusto ver como tus amigos de pandilla se mueven y viven en el “culo del mundo”. Quien nos iba a decir en nuestras correrías adolescentes que algún día quedaríamos para tomar algo, no en Aranda en su Palace, si no en la otra punta del mundo y como si nada. Tener que venir hasta aquí para vernos tiene mandanga, pero a ambos nos hace mucha ilusión.
Bueno, ya os iré contando pero en principio, si el tiempo lo permite el 15 a la noche o el 16 a la mañana partimos rumbo al último destino de esta alucinante aventura.

lunes, 1 de diciembre de 2008

MUCHO MÁS QUE UNA BONITA MONTAÑA


Antes de partir, estaba convencido de que este viaje consistiría en una agradable excursión por la selva, con uno o dos días duros para hacer la cumbre. Pero al final, debido a todas las circunstancias que hemos tenido, ha sido una expedición muy dura e incierta en todo momento.
La única forma de hacer esta cumbre es contratando los servicios de una de las agencias autorizadas. Ello es necesario tanto para obtener el permiso obligatorio para escalar la montaña, como para organizar la complicada logística que requiere esta expedición. Existen básicamente dos agencias oficiales, y la que cogimos nos explicó que saldríamos caminando de Sugapa, pueblecito situado ya en medio de la selva, y haríamos unas cuatro o cinco etapas asequibles para llegar al campo base, para luego tener dos o tres días para descansar y atacar la cumbre, y otros cuatro de vuelta.
Pero unos problemas en el vuelo en avioneta de Timika a Sugapa, dificultades administrativas con las autoridades locales, y otros temas de los cuales no tendríamos conocimiento hasta más adelante, nos retrasó el programa un día y medio. Fue por eso que, al final, fuimos por una nueva ruta que nos propusieron y que, en teoría, nos debía ahorrar un día hasta el campo base, y así recuperar el tiempo perdido. Y fue aquí donde empezó nuestra particular odisea.
La nueva ruta resultó ser un infierno en medio de la selva virgen de Papua. De los cuatro o cinco días que deberíamos haber estado hasta el campo base, estuvimos siete. Y de estos siete, sólo los dos últimos eran asequibles. Los otros cinco eran complicadísimos. Se trataba de andar por el medio de la jungla, por unos teóricos senderos que ni se veían, esquivando una vegetación muy espesa, un suelo absolutamente embarrado, zonas completamente impracticables por los troncos y raíces del bosque, poquísimas áreas despejadas que resultaban estar llenas de enormes charcos inesquivables dónde era imposible salirse con las botas secas, etc.… En algunos momentos sólo podíamos avanzar gracias a que algunos de los porteadores locales que iban delante, abrían paso con sus ‘machetes’. A pesar de estar caminando entre siete y nueve horas diarias, no avanzábamos más de diez o doce quilómetros. A todo ello añadidle una media de tres lluvias intensas durante las horas de marcha, y una lluvia casi constante cada día a partir de las 15h00; momento en que intentábamos ya tener las tiendas montadas, a riesgo de que todo nos acabase de quedar empapado y ya no nos quitásemos la humedad en toda la noche. Los campamentos eran muy precarios, pues costaba mucho encontrar un lugar libre de vegetación que no fuesen zonas encharcadas; y era casi imposible de colocar la tienda en alguna parte dónde no hubiese humedad o barro, o raíces que molestasen, o un suelo irregular y/o inclinado.
La gran sorpresa nos la llevamos el tercer día, cuando el guía de la agencia que nos acompañaba nos dijo que no tenía ni idea de dónde estábamos. Ni el guía titular ni ningún representante de la agencia había comprobado nunca si aquella ruta era realmente factible o no, ni la duración que tenía. Igualmente nos enteramos en aquel momento de que los porteadores locales que nos guiaban, sabían que existía aquel camino, pero sólo habían hecho recientemente la primera parte, y por el resto hacía muchos años que no pasaba nadie. Pero a estos porteadores les interesaba mucho convencer a nuestro guía de ir por allí, pues así los contrataban a ellos, que eran de la tribu ‘Moni’, y no a los de la tribu ‘Dani’ que estaban instalados por dónde pasaba la ruta normal. Así pues, que ya nos ves a nosotros casi perdidos en medio de la jungla, todo el día empapados, cansados de tanto caminar y esquivar obstáculos de todo tipo sin casi avanzar, y con la incertidumbre ya no sólo de no tener claro si podríamos hacer o no la cumbre, sino de estar seriamente preocupados de cómo saldríamos de allí.
Por suerte el quinto día encontramos el camino que subía de la ruta normal, y ya estuvimos seguros de que en dos días más llegaríamos al campo base.
Una vez en el campo base, teóricamente debíamos hacer una jornada de descanso para intentar cumbre al día siguiente. Pero de esta forma sólo nos quedábamos con una oportunidad de escalar la montaña, pues después ya teníamos que volver al haber agotado todos los días de margen. Por ello, del grupo de seis montañeros que éramos, tres sí que prefirieron descansar un día y jugárselo todo a un intento, y los otros tres preferimos ir hacia cumbre esa misma noche. Salimos a las 4,30 de la madrugada de un día sorprendentemente despejado. Por mi parte, aunque la ruta está equipada con cuerdas fijas en los tramos más complicados, decidí hacerla en “libre integral”, sin utilizar ningún tipo de aseguramiento puesto que la complicación máxima era un 6ª y la roca de una caliza de adherencia casi perfecta. En una escalada perfecta y en menos de tres horas y media, el italiano Giuseppe Pompilli y yo llegábamos a la cima en un día prácticamente despejado. Tras una hora en la cumbre y dos más de bajada, y ya con la lluvia encima nos plantábamos en el campo base.
Para el día siguiente, nos esperaba lo mejor. Amanece un día perfecto y soleado para intentar alguna actividad extra y rentabilizar el material que tanto nos ha costado llevar hasta allí. Junto al italiano decidimos tentar una ruta directa a la montaña frente al campo base, concluyendo con una bonita apertura a la que damos el nombre de “AMAKANÉ AMIGO” (que en MONI significa “Hola amigo” 350m 6b de dificultad máxima para llegar a la cumbre de 4750m (nadie a día de hoy nos ha podido aclarar el nombre de esta montaña) . Concluimos la actividad con una travesía integral del glaciar para descender por todo el valle hasta el CB, para ese momento ya granizando.
Para el día siguiente, estaba prevista la vuelta, pero yo no podía irme de allí sin intentar una preciosa montaña piramidal que preside el CB , la Midle Peak de unos 4500m. Decido madrugar e intentarlo solo, puesto que nadie me quiere acompañar. En menos de dos horas estoy en su cumbre, en un solo integral con dos pasitos de V grado.
La vuelta fue por la ruta normal, como puede parecer lógico. Pero había algún momento en que dudábamos, pues el guía nos dijo que podíamos tener problemas con los de la tribu ‘Dani’, de dónde pasaba el camino, al no haberlos contratado a ellos como porteadores. Evidentemente nosotros no estábamos dispuestos a volver a pasar por el mismo camino de ida, pues ni teníamos tiempo, ni comida, ni fuerzas, ni ánimos para hacerlo. Exigimos ir por la ruta normal y, a pesar de que nos pararon en alguna ocasión, todo se arregló con alguna propina que fue a cargo de la desastrosa agencia, claro.
Durante el camino de vuelta pudimos constatar que el camino normal no tenía nada a ver ni en duración ni en dificultad con el que habíamos hecho a la ida; a pesar de que también se nos hizo bastante duro porqué de los cuatro días, dos estuvo lloviendo casi todo el día. Tanto fue así, que terminamos con algunos de los miembros del grupo bastante tocados. Uno se rompió el tobillo el último día, y a otro se le infectó mucho una pequeña herida. Ello, unido al hecho de que el segundo día de marcha un compañero canadiense se rompió dos costillas en una caída, hizo que el balance final fuera de tres hospitalizados de un total de siete montañeros, al final de la expedición.
Sea como sea, estoy seguro que esta habrá sido uno de los mejores actividades que habré hecho nunca en mi vida. Por la belleza y autenticidad de los parajes dónde hemos estado, por la convivencia que hemos tenido con las tribus locales gracias a los porteadores , por la sensación de que hemos pasado por lugares dónde casi seguro que nunca antes han pasado occidentales, por la incomodidad y dureza de las etapas de la jungla, por la incertidumbre en que hemos vivido algunos días y, lógicamente, por haber podido escalar en un paraje casi virgen y excepcional, esta expedición es de aquellas que da pleno sentido a los que nos gusta ir por el mundo haciendo actividades que nos aporten ciertas experiencias vitales. (Fuente: Albert Bosch)


Fotos: 1. La selva de Nueva Guinea. 2. Ruta "Amakané amigo 6b" y la pirámide al fondo. 3. El Dani blanco. 4. Cumbre de la Pirámide